Pensó en ella

Como no todo son nanos historias, he aquí de regalo una breve no sé que que escribí hoy gracias a alguien, ella sabrá.
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Pensó en ella, le dieron ganas de escribir, miro su pieza, asqueado, decidió alejarse lo más rápido posible de aquella prisión de ladrillos. Su casa era pequeña, pero su jardín frente a la calle era suficiente para descansar e inspirarse.

Miro el pasto, corto y recién regado, se acostó. Tomo su teléfono, y puso su musica en ingles que tanto le gusta y no entiende.

Las hormigas comenzaron a caminar por sus brazos, sus piernas y su cintura, mientras miraba aquel árbol, que está allí desde antes de tener memoria, ahora con un volantín roto en unas de sus ramas.

Mientras escuchaba a los pájaros cantando, y su musica en ingles, las hormigas comenzaron a picarlo en sus manos y sus piernas. Ellas felices en su tierra, y él, un gigante tonto viene a molestarlas, era obvio.

Contempla el cielo, celeste pero un celeste infinito, enorme, que te aplasta y sumerge en su inmensidad, y lo vuelven a picar las hormigas mientras escucha su musica en ingles, el cantar de los pájaros, siente la tierra mojada en sus piernas, y la cálida brisa que atraviesa sus pies. Una rafaga llega a su mejilla, como si lo acariciara y se despidiera.

Se paró, tomó su cuaderno y escribió esto.